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ENVEJECIMIENTO ACTIVO

ENVEJECIMIENTO ACTIVO

AÑO EUROPEO DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y LA SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL

 

Al encontrarnos en el Año Europeo del “Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional” sería muy interesante detenernos un momento para reflexionar sobre este concepto. El envejecimiento activo es para mi un compromiso que la sociedad y las políticas le debían a nuestros/as mayores. Con la presentación del “Libro Blanco del Envejecimiento Activo” se pone en marcha un concepto que aunque no se había instaurado en la sociedad con nombre propio, comenzaba a aparecer en la mente de todos/as.

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),  los tres pilares del envejecimiento activo son  en primer lugar, el bienestar físico, mental y social; en definitiva, la salud; en segundo lugar, la participación en la sociedad de acuerdo con las necesidades, capacidades y deseos de las personas mayores, tanto individual como colectivamente y en tercer lugar, proporcionándoles protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia.

 

Tras esta definición queda patente que se comienza a tener en cuenta las propias necesidades de las personas mayores, se contempla su participación en su propio proceso de envejecimiento y en la sociedad y se destaca la opción de elegir sobre todos estos aspectos. Hablamos por tanto del reconocimiento de los derechos humanos de las personas mayores y en los principios de independencia, participación, dignidad, asistencia y realización de los propios deseos.

Esta nueva perspectiva se contrapone a la anterior que contemplaba a las personas mayores como sujetos pasivos. Pero sería interesante desentrañar las ventajas del envejecimiento activo.

El envejecimiento es un proceso que acontece a lo largo de toda la vida, desde que nacemos comenzamos a vivir este proceso.  Pero además no envejecemos solos/as, envejecemos juntos/as, en nuestras familias y en nuestros contextos. TODOS/AS ENVEJECEMOS.

Partiendo de la idea de vivir este proceso de una forma constructiva podemos considerar el hecho de prepararnos para esta última etapa de la vida desde la niñez, en la juventud y en la madurez, porque aunque uno/a envejece poco a poco las actitudes las llevamos con nosotros/as a lo largo de toda la vida. Y estas actitudes ante el envejecimiento van a determinar en un porcentaje importante el tipo de vejez que tengamos.

El “Envejecimiento Activo” contempla el proceso de envejecimiento como una experiencia positiva vinculada al ciclo vital. Envejecimiento=Oportunidad. Tenemos por tanto, que aprender a envejecer para que nuestro proceso de envejecimiento resulte los más satisfactorio posible. De hecho se podría decir que la mejor vejez es la que se prepara. Envejecemos mejor si tomamos parte activa en nuestro  proceso de envejecimiento.

Por otra parte no envejecemos solos/as y todos/as debemos participar del proceso de envejecimiento propio y ajeno entendiendo esto último como un compromiso ciudadano con nuestros/as mayores. Una forma de medir la madurez de las sociedades es a través del compromiso que adquiere con las personas que necesitan apoyo,  y desde este compromiso ciudadano se generan las oportunidades. Crecen las sociedades y crecemos las personas.

Para concluir y recordando que nos encontramos en el Año Europeo de la Sociedad Intergeneracional  me gustaría citar a Otero (2006) “Una vida social activa y el apoyo de las relaciones sociales construidas a lo largo de la vida juegan un importante papel en el logro de un envejecimiento saludable”.  Cada uno/a de nosotros/a somos importantes en la vida del otro/a. Las diferentes generaciones se enriquecen juntas y todos/as colaboramos desde este compromiso en la construcción de una mejor sociedad.

Autora: Josefa Álvarez