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Adiós 2014. Bienvenido 2015

Adiós 2014. Bienvenido 2015

Empezamos un año nuevo. Uno por estrenar. Y con la misma ilusión del niño o la niña que abre sus regalos en la mañana de Reyes miramos al futuro afrontando el presente cargados de deseos, sueños, aspiraciones y metas. Unos dependerán del destino, de las circunstancias, incluso del azar o de otros… pero la mayoría, estoy convencido, que sólo son atribuibles a uno/a mismo/a. Así que ahora me toca mantener la ilusión para convertirla en energía. Y esta en motor para alcanzar cada uno de ellos. ¡Prepárate 2015 que allá voy!

Decía el filósofo francés Albert Camús: “la verdadera generosidad hacia el futuro consiste en entregarlo todo al presente”. Así que ¿a qué estoy esperando para que mis pasos se transformen en acciones de cambio que hagan posible la máxima y unánime aspiración de salud, amor y trabajo? Seguramente a estar convencido/a de mis capacidades y de las potencialidades de mi entorno físico y humano. Pues en la suma de voluntades, en la construcción colectiva, en el empoderamiento ciudadano se encuentran, por ejemplo, las posibilidades de cambiar las barreras físicas del Greco por patios y arriates llenos de flores. Se encuentran las ilusiones y el optimismo de vecinos y vecinas que hacen, desde la cohesión y el compañerismo, de asociaciones como la de las Amapolas, el cambio diario posible para resolver problemas inmediatos y afrontar retos para hacer realidad un futuro mejor para las próximas generaciones. Un cambio que desde la solidaridad; lo que implica ser generosos/as. Desde el compromiso; lo que significa ser críticos/as y no caer en cantos de sirenas. Y desde la implicación, lo que supone ser activos/as y participativos/as, para hacer realidad, porque es posible, el bienestar de los hombres y las mujeres que hacen comunidad. O lo que es lo mismo, el ejercicio de la comunión por el bien común. Lo que es mío es de todos/as.

Escuché a Nelson Mandela, el gobernante Sudafricano, decir que “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. De ahí el deseo de seguir trabajando por la juventud para que finalicen los estudios de la ESO. Así como favoreciendo nuevas oportunidades formativas que cumplan con el legítimo anhelo de empleo y trabajo.

Seguiré con el empeño de romper con las desigualdades que además de injustas hacen a una sociedad más débil y frágil. Porque cómo gritó y demostró Vicente Ferrer “la pobreza (como las desigualdades) no están sólo para entenderla sino también para solucionarlas”

Frente a las cacas de los perros que hacen de mi paseo una actividad cargada de obstáculos: civismo para los dueños y las dueñas y para mi, como decía, el poeta dramaturgo romano, Publio Siro, “dónde hay concordia siempre hay victoria”. Victoria y concordia. ¡Qué dos palabras! Seguro que cómo ingredientes en manos de asociaciones como la de Santa Raquel se transforman en respeto. El mismo necesario para consolidar proyectos que hablan de seguridad, de vivienda, de ocio… y para iniciar otros nuevos que hagan visible el dinamismo de un Distrito que como el año acaba en Cinco. Y cinco son mis últimas citas. Que podrían ser cinco deseos…pero que he decidido que sean cinco metas:

La primera, me la recuerda el universal Antonio Machado, que decía “Para dialogar, preguntad primero, después escuchad”.

La segunda, se la debo a líder afroestadounidense, Martín Luhter King, “si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”

La tercera, «la fuerza no proviene de la capacidad física sino de la voluntad indomable» se la debemos a Gadhi.

La cuarta, habla el poeta español Mariano Aguiló “olvida que has dado para recordar lo recibido”

Y la quinta del querido y admirado escritor uruguayo Eduardo Galeano: “La felicidad es el camino; así que atesora cada momento que tienes y atesóralo más cuando lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo y recuerda que el tiempo no espera por nadie… así que deja de esperar hasta que bajes cinco kilos, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que éste para ser feliz… la felicidad es un trayecto, no un destino.”

Diálogo, esperanza, voluntad, generosidad y mucha felicidad…es lo que aspiro. Y sé, que si, una vez más, voy de vuestras manos. Mis deseos, que serán los nuestros, serán realidades.

FELIZ 2015.

Escrito por Oscar Toro